o si eso es imposible,
cantar en la ducha.
La cuestión es es:
Sentirme brillar.
Lo que quiero es:
Olvidarme de llorar.
Lo que deseo es:
Besarte una vez más.
Lo que tengo es:
¿Qué tengo?
Todo, nada.
Sonrisas de cartón,
o acaso,
lágrimas de color.
Lo único que necesito
es un último beso.
Es lo único que quiero,
pues se que entonces
una sonrisa cruzará mi rostro,
y lo veré todo,
cómo mínimo,
más hermoso.
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