Todos los cuentos algo eróticos,
que me contabas antes de dormir,
se han instalado en mi cabeza.
Y hay un agujero negro que se traga
cualquier intento de ser delicada,
queda una lujuria depravada
Y el morbo se adueñó de la conversación
no dejaremos nada a la imaginación
/A veces me canso de tanta poesía,
que quiero decirte a viva voz todo lo que te haría/
La cama está perdida de éxtasis,
de orgasmos míticos y frenesí
y de delirios de grandeza.
Y de nada sirve ya, de nada vale,
domesticar a nuestros animales
siendo salvajes y carnales.
Y el morbo se adueñó de la conversación
no dejaremos nada a la imaginación
/A veces me canso de tanta poesía,
que quiero decirte a viva voz todo lo que te haría/
que me contabas antes de dormir,
se han instalado en mi cabeza.
Y hay un agujero negro que se traga
cualquier intento de ser delicada,
queda una lujuria depravada
Y el morbo se adueñó de la conversación
no dejaremos nada a la imaginación
/A veces me canso de tanta poesía,
que quiero decirte a viva voz todo lo que te haría/
La cama está perdida de éxtasis,
de orgasmos míticos y frenesí
y de delirios de grandeza.
Y de nada sirve ya, de nada vale,
domesticar a nuestros animales
siendo salvajes y carnales.
Y el morbo se adueñó de la conversación
no dejaremos nada a la imaginación
/A veces me canso de tanta poesía,
que quiero decirte a viva voz todo lo que te haría/
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