viernes, 30 de noviembre de 2012

Reflexiones de una chiflada

Puede que solo sea
una chica frente al ordenador.
Puede que sea algo más,
que sirva para algo.
Pero no lo sé,
y me paso la tarde
sentada en mi sillón
pensando en qué ocurrió
para que mi vida cambiase
con un movimiento tan drástico.
¿Qué ocurrió?
Ah, ya recuerdo.
Maduré, sentí, vibré
al ritmo de las palabras
que escupía nach en mis cascos.
Entendí que no existe
el amor de verdad,
que el "para siempre" es un cuento.
Ahogo sentimientos con alcohol,
con risas insípidas.
Puede que haya cambiado,
que me hayan roto el corazón
en un millón de pedazos,
pero nunca dejaré de ser yo.

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